lunes, 25 de noviembre de 2013

¿LO QUÉ HACEMOS NOS HACE SUPERIORES?

      Hay cosas que me cuesta entender dentro de lo que se puede considerar el estilo paleo. Existen determinados tópicos que pretenden señalar una única dirección como el camino correcto, eliminando de un plumazo cualquier otra consideración que se muestre diferente. La demagogia con la que a veces se tratan determinados asuntos me entristece enormemente. Pensamos que comer como auténticos cavernícolas, y realizar duras sesiones de crossfit nos convierte en auténticos superhombres, con una fuerza y resistencia fuera de toda duda, pero nada más lejos de la realidad. No sé si existieron los superhombres, yo jamás los he visto, solo he conocido personas, con virtudes y defectos, algunos mejores, otros no tanto, pero hasta ahora nunca me he topado con ninguno que estuviese por encima del bien y del mal.

       Creo que el objetivo de la paleodieta debe centrarse en lograr una alimentación natural que por encima de cualquier cosa tenga a la salud como el referente más importante al que tender, y al ejercicio físico, como el instrumento más idóneo con el que complementar tan difícil labor. Pero es una lástima que determinados ideales contaminen el pulcro fin perseguido por esta alimentación ancestral, al considerar que la extrapolación de aquel ser humano prehistórico puede llevarse a cabo eliminando de un plumazo los miles de años que nos separan, como si en realidad nada hubiese ocurrido. En fin, cada uno verá, pero creo que si algo nos debe caracterizar, es la de poseer la suficiente dosis de autocrítica, para evitar, precisamente, reproducir ciertos tópicos como aquellos de los que siempre hemos tratado de huir; no debemos dar por sentado absolutamente nada, pero tampoco es justo arremeter despiadadamente contra todo aquello que suene a moderno, sin reparar, tan siquiera, si alguna verdad encierra.

      Pues no, nos convertiremos en los superhombres que nos imaginamos que fueron aquellos hombres de nuestro pasado paleolítico por reproducir sus hipotéticos movimientos, o vivir en cuevas, o acarrear guijarros inmensos, o subirnos desnudos a la copa de un árbol..., que va, aunque tampoco pensemos que dicha meta puede conseguirse simplemente por realizar sesiones de crossfit en algún gimnasio de moda de nuestra ciudad. La actividad no te otorga la supremacía, ella, en caso de existir, solo podría pertenecer al sujeto que la realiza, pero bueno, siempre nos podemos engañar pensando que avanzamos dando pasos de gigante en pos de nuestros ideales, cuando la realidad nos mostrará que seguimos pisando siempre la misma tierra.

La verdad casi nunca la otorga una palabra o una fotografía; tan sólo los hechos pueden tener, tal vez, esa facultad.., yo de momento seguiré con mi alimentación ancestral, experimentando como siempre he hecho hasta ahora, utilizando el sentido común que dicta la lógica de las cosas, pero sin dejar jamás de entrenar mis músculos, de mil y una forma, para que finalmente, ellos y solamente ellos, me otorguen ese movimiento con el que alcanzar, tal vez, aquellas cosas que nunca pude conseguir

No hay comentarios:

Publicar un comentario